En resumen, el oro refinado se envía a compradores e intermediarios, quienes a su vez pueden enviarlo a fundiciones y fabricantes especializados. Los joyeros y diseñadores trabajan con el oro para crear hermosas piezas de joyería y objetos de valor. Finalmente, estas piezas se comercializan y venden a través de tiendas minoristas o canales en línea, permitiendo que el oro llegue al ajuar de aquellos que lo aprecian.