Si pensamos por un momento en cosas que identificamos con el lujo, la riqueza y la prosperidad, probablemente, los diamantes sean de lo primero que aparezca en esos pensamientos.
No es casualidad, a lo largo de la historia los diamantes han sido una celebración de la riqueza, la belleza y el lujo. Aunque es cierto que hoy en día la compra de diamante no es sólo patrimonio de las grandes fortunas, seguimos asociando estas gemas con la exclusividad que realmente aportan.
En la compra venta de diamantes los diferentes tipos influyen de manera notable en el valor de las piezas. Por ello, por si alguna vez te has planteado o te planteas que los diamantes pueden ser una opción para ti, vamos a mostrarte algunas clasificaciones que nos enseñan los diferentes tipos de diamantes existentes en el mercado.
Una de las clasificaciones más básicas de los tipos de diamantes es acudir a sus formas para clasificarlos. Aunque, incluso, podríamos encontrar alguna opción más, lo habitual es que esta clasificación sea la siguiente:
Los tipos de diamantes según la talla son importantes en la venta de diamantes ya que en gran medida determinan el destino de la gema. Ojo, no debemos confundir la talla con el peso. En este caso no se habla de tamaño sino detallado de la piedra preciosa.
Aunque existen más modelos de talla, los más habituales y que determinan los tipos de diamante en mayor medida son las siguientes:
Además de las anteriores existen otros cortes como el oval, la talla de lágrima, el triángulo, etc.
El color es otro elemento fundamental a tener en cuenta en la venta de diamantes. De hecho, tienes que pensar que el color es un factor determinante en el valor de las gemas.
En principio, cuando un diamante sea más incoloro más valor tiene. Pero, hay que tener en cuenta, que algunas variaciones y presencia de otros colores que aumentan la rareza del diamante, también multiplican su valor.
Se suele considerar que la gama de colores principales se mueve desde los diamantes transparentes o incoloros hasta los diamantes amarillos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que también encontraremos diamantes de otros colores que, generalmente, presentarán un valor elevado en función de su rareza.
Por eso nos encontramos con diamantes tan famosos como Hope, un diamante azul de 45 quilates o el diamante rojo Red Diamond Moussaief. Otros colores pueden ser diamantes púrpuras, verdes, rosas, todos ellos con un valor añadido que se basa en lo excepcional de su aparición.
Obviamente, no sólo el tipo de diamante influye en su valor. Existen otros elementos que determinan el valor de esta piedra preciosa.
Los más destacables serían los siguientes:
En la elección para la compra de un diamante, además de los tipos, colores, talla y otros elementos que hemos analizado, debes siempre valorar el uso al que vas a destinar la pieza.
Tanto si lo haces desde el punto de vista de la inversión, como si el planteamiento es más personal, hay que valorar profundamente lo más conveniente en cada caso. Por ejemplo, no será lo mismo la adquisición de diamantes como valor refugio, para ahorrar y buscar una revalorización futura, que buscar una pieza especial para una joya familiar, o similar.
Buscar consejo profesional es sin duda una buena idea en este caso. Como ocurre en cualquier sector, acudir a los profesionales será la mejor forma de resolver dudas, y, sobre todo, de orientar bien nuestra decisión ajustada al precio y la idea que nos hemos formado a la hora de comprar el diamante.
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