Como ya hemos comentado en anteriores artículos el hombre desde sus comienzos ha trabajado las materias primas para conseguir herramientas para que le hiciesen la vida más fácil. Como útiles en la caza o en la vida cotidiana, y como elementos ornamentales, el oro y las piedras se usaban para la decoración y como amuletos.
Primeramente daban forma a las piedras y con el paso del tiempo a los metales, dando paso a nuevas profesiones. La joyería evolucionó y se convirtió en un oficio artesanal debido a la habilidad que tenían los maestros orfebres para dar forma a los metales y las gemas. Con la incorporación de las gemas para la joyería nacieron otros oficios tales como el estudio de las gemas; la gemología. Erróneamente muchas de las gemas se consideraban maravillas por la creencia de que tenían poderes mágicos y propiedades sagradas. Llegando a pensar que podían sanar enfermedades, o que protegería con buena suerte y una larga vida a los que las portasen, y por el contrario otras eran descartadas por si atraía la mala suerte.
Su significado estaba ligado a la riqueza, al rango social, la afiliación política e incluso religiosa. También en algunas ocasiones las joyas se llevaban por afecto a otra persona. La joyería ha pasado a lo largo de la historia como un arte atemporal en continua evolución y perfeccionamiento.
La riqueza que comenzó a tener la nobleza, la iglesia y la realeza, dio paso posteriormente a una clase media a través de los descubrimiento y la revolución industrial. Ello contribuyó notablemente a popularizar la joyería con nuevos diseños y nuevas tendencias en la moda. Fue una época de constante evolución de tendencias. Los diseñadores eran en muchos casos atrevidos en su modelaje, otros buscaron a través de los hallazgos en las ruinas diseños en los que se inspiraron para las joyas del Art Decó y el Romanticismo.
Hoy en día siguen existiendo determinadas creencias, considerando a la esmeralda una gema que atrae la buena suerte. Con el paso del tiempo, la industria permite que algunos metales y gemas sean utilizados para determinados sectores industriales. Como ejemplo tenemos el diamante, por su dureza, ha ido implementándose en sectores de la industria tales como el petrolífero a través de las brocas con polvo de diamante.
Sin embargo, el destino de metales como el oro, el platino y la plata, así como gemas como los diamantes, los rubíes, zafiros y esmeraldas, ha ido cada vez más unido al mundo de la joyería. La joyería ha evolucionado, consiguiendo que las joyas sean cada vez más sofisticadas y elaboradas.
La humanidad ha buscado el lenguaje no verbal mediante la moda, el arte o la joyería; en exposiciones, galerías de arte o a través de internet, podemos conocer las joyas que utilizaban nuestros antepasados, y por qué no busquemos un hueco y dejemos volar nuestra imaginación, viajemos a la época de los egipcios y dejemos que las joyas que lucían los faraones nos eclipsen con su belleza.
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