Harry Winston era el hijo de un pequeño joyero de origen ucraniano que siguió con el humilde negocio familiar y emigró a los Estados Unidos. Mientras crecía, trabajó en la tienda de su padre.
Cuando tenía doce años de edad, reconoció una esmeralda de dos quilates en una casa de empeño, lo compró por 25 centavos de dólar, y la vendió dos días más tarde por 800 dólares. Un joven emprendedor y visionario, con mucho talento, que antes de cumplir los treinta años ya era conocido como el “rey de los diamantes”. Su pericia fue quien le animó a incorporar a sus creaciones engarces de platino que permitían una disposición tridimensionales de las piedras preciosas y una gran flexibilidad.
En 1936 abrió las puertas de su propia firma en Nueva York, tras adquirir la famosa colección de joyas de la multimillonaria Arabella Huntington, viuda de un magnate del ferrocarril, y volver a engarzar aquellas magníficas piedras de gran calidad. Winston rediseñó las joyas en los estilos más actuales y mostró su habilidad única en joyas de artesanía. De acuerdo con el museo de Huntington, “Con frecuencia bromeaba con el famoso collar de perlas de Arabella; después de su rediseño consiguió que adornara los cuellos de por lo menos dos docenas de mujeres de todo el mundo.
Al fallecer, Winston lego la compañia a sus hijos, Ronald y Bruce, inevitablemente entraron en una batalla legal de diez años por el control de la empresa. En el año 2000, Ronald junto con su nuevo socio de negocios, Fenway Partners, compró a Bruce su parte de la empresa por 54.1 millones de dólares.
En la actualidad
La Maison Harry Winston acaba de editar un libro, publicado por Edit. Rizzoli, que reproduce una selección de fotos de archivo, que nos mostrara una maravillosa historia de amor entre este visionario diseñador y algunas de sus mejores creaciones.
Muchas de los iconos femeninos hollywoodienses han lucido joyas firmadas por Harry Winston en momentos clave de sus vidas: desde Elizabeth Taylor que recibió de Richard Burton el mítico diamante Taylor-Burton con motivo de su segundo matrimonio; la actriz Jennifer Jones que fue la primera en lucir joyas firmadas por Harry Winston en la alfombra roja de los premios Oscar concedidos por la Academia del Cine. Gwyneth Paltrow, Halle Berry, Glenn Close, Juliette Binoche, Sharon Stone y Sofía Vergara fueron otras que no dudaron en seguir su ejemplo.
Esta maravillosa historia de amor entre las joyas Harry Winston y las actrices de Hollywood queda refrendada en la película “Diamonds are a girl’s best friend” interpretada por la mítica Marilyn Monroe, que no duda en pedir mientras canta enfundada en un vestido de tafetán de color rosa: “Talk me Harry Winston, tell me all about it”.
Probaré a cantar la misma canción cuando entre en la tienda de mis amigos OroCash Valencia … igual tengo suerte y me regalan un diamante. 😉