Celebraciones como bautizos y comuniones ya están a la vuelta de la esquina. Y como no las bodas se aproximan. Cada una con su respectiva importancia y nosotras siempre con la mismas preguntas en la mente ¿Para para el bautizo … que vestido me pongo? ¿Y qué me pongo para la boda?
Los zapatos, el clutch, y los complementos son tan importantes como el vestido.
Nosotras consideramos que la joyería es un complemento imprescindible para complementar nuestro look perfecto de invitada.
Unas buenas joyas escogidas con gusto pueden elevar un vestido sencillo de coctel al conjunto más glamoroso de la fiesta. Recuerda las joyas aportan un toque fashion.
Personalmente si el evento es de día, prefiero las piezas de plata, como brazaletes, gargantillas, pendientes o anillos. Intento no abusar y elegir la pieza con cuidado. Para conseguir el total look me llevo incluso hasta el vestido, y pruebo sobre la tela si la combinación es acertada o no.
Si tenemos la suerte de tener la piel morena o ya hemos tomado alguna sesión de rayos uva la plata resaltara nuestro tono de piel.
En el caso de que la celebración sea de tarde o noche, tenemos más posibilidades, pudiendo excedernos un poco más y elegir el oro como elemento principal de nuestro outfit.
Para dicha situación cualquier vestido lucirá con un clutch sencillo del mismo color que el vestido o totalmente distinto. Unos tacones con algo de pedrerería también sumarán, y por supuesto elegir un único complemente extra grande. ¡Pero recordar solo uno!. Como por ejemplo, un broche, o unos pendientes, si optamos por un collar, los pendientes tendrán que ser pequeños. Y así viceversa.
Teniendo en cuenta el diseño del vestido nos encontraremos con un sinfín de posibilidades para complementar a nuestro antojo.
Aunque como os comente anteriormente, yo me llevo el vestido y en la tienda de OroCash Valencia estudio varias posibilidades hasta elegir la más acertada. No me gustaría que os encontrarais en una situación como la que viví yo hace años. ¡Os cuento! Me compre un magnifica gargantilla de oro blanco y pensé que luciría como una celebrity en la boda de una íntima amiga. El problema fue que no recordé que mi precioso vestido sin mangas tenía el cuello alto y apenas pude lucir aquella magnifica joya.